AGITADORAS

PORTADA

AGITANDO

CONTACTO

NOSOTROS

     

ISSN 1989-4163

NUMERO 45 - SEPTIEMBRE 2013

Pulsiones Contemplativas - Vigor

Ricardo López

La pasada primavera se estrenaba en una sala de Madrid Vigor , documental dirigido por Diego Cortés y Alfoso Rivera en torno a la obsesión por el músculo y el cuerpo perfecto que se está volviendo cada vez más frecuente en un sector de la población masculina. Coincidía que por esas fechas varios medios de comunicación rescataban unas incendiarias declaraciones de Michael S. Jeffries, presidente de la firma Abercrombie & Fitch, acerca de los criterios de selección de los empleados de sus tiendas y de sus clientes potenciales: "Francamente, vamos tras los chicos cool, tras el chico atractivo con una gran actitud y un montón de amigos. ¿Somos excluyentes? Por supuesto. Las empresas con problemas tratan de dirigirse a todo el mundo: jóvenes, viejos, gordos, flacos. (...) Y así no se motiva a nadie" . Y en efecto, la mayoría de dependientes de esta firma, actualmente en proceso de expansión, tienen el aspecto de un modelo publicitario y es frecuente encontrárselos trabajando a torso descubierto haciendo alarde de su perfecta anatomía.

Que el atractivo sexual vende es una verdad incuestionable. Recientemente el top-model David Gandy visitaba la capital española para promocionar la nueva campaña de la fragancia de Dolce & Gabbana a la cual presta su imagen. Y cuentan que el todo Madrid acudió al evento intentando hacerse con una codiciada instantánea en compañía de tan hercúleo varón. Lo que me llamó la atención es que, en un alarde de sentido común, el modelo relativizara lo que muchos denominan su "belleza natural" reconociendo que esta, en gran medida, es debida a duras y rigurosas jornadas de entrenamiento muscular.

Porque, al contrario de las mujeres, los patrones de belleza masculinos no han variado sustancialmente a lo largo de los tiempos. Ya en la Grecia clásica, estos se encontraban pautados con una minuciosidad matemática a partir de los cánones escultóricos puntuales establecidos por los artistas del momento. Costumbre que sería rescatada en el Renacimiento y ya prolongada hasta nuestros días.

Pero lo que en un momento fue considerado justamente un ideal, una pauta a la hora de representar icónicamente valores tan abstractos como el heroísmo o la divinidad, ha adquirido a día de hoy tintes de cotidianidad impensables. A la comunidad masculina parecería que quisieran imponernos una condición física excepcionalmente atlética como algo natural y por lo tanto, fácilmente abarcable. Lo cual, no deja de ser una gran falacia que aún así a muchos, entre los que me incluyo, nos tiene sumidos a la rigurosa dictadura del gimnasio.

 

 

 

Vigor

 

 

@ Agitadoras.com 2013